El triunfo de las candidaturas republicanas en las grandes
ciudades precipitó la Segunda República española, lo que provocó el exilio de
Alfonso XIII.
Enseguida se formó un gobierno provisional presidido por
Niceto Alcalá, compuesto de republicanos de derecha e izquierda, socialistas y
nacionalistas. Éste tuvo que responder a las ansias generales de reformas de la
gente, algunas de éstas fueron un reforma agraria, educativa, laboral y puso en
marcha el Estatuto de autonomía de Cataluña.
Pero el ambiente se encrespó, la CNT (antes de ser un
partido, sindicato anarquista), comenzó con huelgas y campañas, en las que
muchas de ellas se metían con la Iglesia. En 1931 varias iglesias y conventos
saltaron en llamas, lo que hizo que hubiese aún más tensión por parte de los
tradicionalistas, católicos y conservadores.
Finalmente tuvieron lugar las elecciones de las Cortes
Constituyentes, ganó el partido republicano-socialista que aprobó una nueva
Consitución, en el que la mujer podía votar, existía el divorcio, derecho a la
educación (enseñanza mixta y la religión dejó de ser una asignatura
obligatoria, afinando más el enfrentamiento con la iglesia), la división de los
tres poderes, etc.
La negativa de los conservadores contra la Constitución creó
enfrentamientos frecuentes entre los huelguistas y Guardia Civil. Las calles se
llenaron de peleas callejeras y numerosos atentados. Un grave incidente que
mató a un grupo de campesinos (Incidentes de Casas Viejas) obligó al gobierno a
convocar unas nuevas elecciones. La CEDA (fascista 1933- 1936) presidida por
Larroux, ganó.
Éste acabó con las reformas anteriores y se produjo una
Conciliación con la Iglesia. La victoria de Hitler y la proclamación de Stalin
hizo que España se dividiese en dos frentes muy claros, izquierdas y derechas,
estos se dividieron en diferentes partidos.
Derechas:
CEDA con rasgos fascistas (Gil Robers), Revolución Española, monárquicos
extremistas (Calvo Soteo) y Falange Española de ideología fascista (Jose
Antonio Primo de Rivera).
Izquierdas: Izquierda Republicana, reformas y alianzas con el
movimiento obrero (Manuel Azaña), PSOE, izquierda más radical (Indalecio Prieto
y Largo Cabellero), PCE, seguían al comunismo y CNT, acción revolucionaria.
La disputa entre ambos provoca muchas revueltas, los comunistas y
socialistas incitan al pueblo para hacer huelgas y luchar por sus derechos y
deseo de reforma. Lo peor sucedió en Asturias, donde la huelga triunfó y se
produjo una verdadera revolución. El gobierno se vio obligado a optar por la
represión (fusilamiento y encarcelamiento de los opositores), La Legión,
dirigida por Franco.
La CEDA comenzó a endurecerse, eligiendo militares que claramente
estaban en contra de la república (Franco fue elegido Jefe del Estado Mayor).
Al final hubo un escándalo de corrupción “Escándalo de Estraperlo” y Lerroux
cae. De nuevo se forman unas elecciones, donde gana el Frente Popular (presidido
por Manuel Azaña) que enseguida se deshace de los posibles golpistas, distanciándolos
a otras provincias, Franco Mola y Goded.
En definitiva queda bien claro que la derecha busca el fin del
movimiento republicano y la izquierda un fin revolucionario y progresista. El
abril de 1936 se forman movimientos muy violentos en la calle, mientras tanto
la derecha planea su golpe de Estado, creciendo los aliados de esta idea.
Pronto contactarían con Mussolini y Hitler.
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